1 mar 2011

Borrando amigos


Esta mañana, una mañana aburrida como casi todas las de un estudiante con horario de tarde, me he puesto a borrar “amigos” del Tuenti. Que duro suena eso. Borrar amigos. Pero es que el concepto de amistad en las redes sociales es tan fuerte como el de un tío que te hayan presentado una noche, una chica que conociste en un botellón o el del chulo de mierda al que ni saludas por la calle. Borrar amigos ficticios. Que bonito sería poder eliminar completamente a una persona con la que ya no quieres tener nada que ver. Por desgracia esto solo puede ocurrir en el penoso mundo en el que personas que llevan años sin leer se comunican escribiendo.
Empecé eliminando a un antiguo compañero de clase que no veía desde hace 2 años. Era un tipo chulillo y vacilón que rara vez aparecía por el instituto salvo para trapichear con hierba y con el que apenas había cruzado un par de palabras. Que triste que cada año nos felicitásemos nuestros respectivos cumpleaños como si fuésemos íntimos. Suprimí después a un par de chicas con las que coincidí en una fiesta en casa de una amiga. Me di cuenta en ese momento de lo realmente penoso que resulta el desear con entusiasmo un feliz año nuevo a una persona a la que ni saludas por la calle.
En unas cuantas ocasiones me plantee durante un largo rato si debía expulsar a ciertos individuos de mi exclusivo y selecto grupo de amigos. Con casi ninguno de ellos tengo más relación que un hola y adiós cuando coincidimos, pero aún así me duele que desaparezcan de mi vida cibernética. Al fin y al cabo, si tuviese que ponerme un filtro medianamente severo apenas me quedarían una decena de mis casi 300 amigos del alma. Es por ello que a muchos de mis candidatos a ex amigos les mantengo todavía, a expensas de volverme más antisocial.
En muchos casos sentía una fuerte liberación al dar a la opción de Borrar amigo . Es como un acto de justicia poética, como volver a palpar el puto teclado sin que este me impulsase a una naturaleza ficticia basada en los eyyy ke tal?, los jajajajj, los XD y las estúpidas caritas formadas por distintos caracteres. A cada persona que impedía acceder a mis datos personales y viceversa me venía una sonrisa a la cara que curaba en parte mi desencanto con mi vida actual. Adiós chaval con el que compartí chamizo y con el que jamás conversé, adiós zorrita que me dio largas una noche pero que nada más llegar a su casa rastreó el ciberespacio para incluirme en su lista de poyas calentadas; adiós chico que fuiste mi amigo en un pasado pero con el que ahora me duele no tener ni la confianza suficiente para preguntarte que es de tu vida (ni siquiera desde el mundo virtual).
No se muy bien el número de personas que borré en el día de ayer, pero debo decir que supusieron lo más parecido a un orgasmo que he sentido en las últimas fechas. Supongo que deberé repetirlo más a menudo, dado que me he dado cuenta de que casi todas las semanas agrego a alguien que no significa nada para mí. En el fondo soy igual de falso y estúpido que todos los demás. XD. :).

1 tontos con lápiz:

David dijo...
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