23 nov 2010

Sanfermines en mi cabeza



Cada noche me cuesta más rato conciliar el sueño. no es solo por culpa de todo lo que duermo por las mañanas, ni por las partidas de mus que se alargan hasta la madrugada, ni por intentar seguir manteniendo el contacto con gente a la que hace meses que no veo.

A medida que pasa el tiempo mi cabeza aumenta su caudal de remordimientos que, como los toros en San Fermín, dan vueltas y vueltas sin tener claro a donde van a llegar ni el futuro que les depara. Cada vez es más difícil que me duerma y más costoso que me levante.

Noto como la gente a mi alrededor tiene intereses, como luchan por aprobar sus exámenes, por entregar sus trabajos a tiempo, por despegarse de las sabanas cada día e ir a la universidad. Y sufro, pero no es un malestar fruto de mi incapacidad para entender lo que tengo que aprender, es un sentimiento distinto; se trata de una mezcla de impotencia y asco: asco por estar perdiendo miserablemente el tiempo día tras día, e impotencia porque se que no voy a tener el suficiente valor para cambiar el rumbo de mi vida.

Cada noche los toros son más bravos, y creo que no voy a ser capaz de saltar la barrera.

P.D. este blog nace con la única pretensión de servir como analgésico a mi estúpida forma de afrontar la vida. Tiendo a dejar tirado todo aquello que requiere algún esfuerzo por mi parte, de manera que no creo que dure mucho mi vena creativa. Pero a quién cojones le importa.
 
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